REFLEXION



REFLEXIÓN



Hacia arriba, hacia abajo
vagaba cabizbajo, 
sin un recorrido fijo;
porque entre tantos remolinos
y callada a la vez, 
pensaba si mi mudez, 
se debía a mi desvío
porque no encontraba el camino;
cuando en el fondo del mismo
brillaba una luz candescente
y propia, 
que me abrazaba y me susurraba:
"He aquí, estoy yo, 
tu castillo y fortaleza;
el que cree en mí, no pierde la esperanza 
de la salvación y del reino venidero".

---o---

¡Era El, Jesús resucitado!
¡Oh Dios! ¡Oh Dios!
Mis pies se doblaban de admiración, 
al ver el rostro de nuestro señor.

---o---

No merezco tu amor, le decía yo, 
y con el candor que le caracterizaba, 
El me recordaba que me amaba.
Me amaba desde el vientre de mi madre
cuando en brazos de ella, 
El me consolaba.

---o---

Y en cada caída, 
El me levantaba;
porque no era perfecta, 
mas bien humana, 
fortalecida en la fe y en la esperanza
del Cristo redentor que nos ama
con su eterno amor.


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