EN LA ORILLA
LLegaste a la orilla del mar,
buscando pescadores
quienes con ímpetu y con creces,
arrojaban sus redes, capturando peces.
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Buscabas pescadores de hombres
llenos de mansedumbre y fortaleza, a la vez
para que con ánimo y fe
proclamaran el evangelio con amor y sencillez.
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Al estar nuestros ojos en tu mirar;
llenos de angustia y temor,
la marea ondeaba con furor,
y tu presencia calmó las olas del mar.
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Llegaste a la orilla
mi Jesús de Nazaret,
a transformar nuestras vidas
y así, ser parte de tu grey.
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