TIERRA DE MIS AMORES
¡Niño no corras!,
Decía la madre del chiquillo,
Juega en el verde pasto,
Mira las mariposas revolotear.
La tierra humedecida
Palpa los piececitos del pequeño,
¡Mama!, ¡Papa!, con voz enaltecida
señala con su manito, a lo ocueño;
¡Un arcoiris apareció!,
entre matorrales y arbustos, sí – dice la madre del niño,
alumbrando el pedregoso sendero,
adornado de rosales y veraneras,
haciendo del terruño una vista esplendorosa y mañanera.
Has visto el ocaso?
Dice el niño a sus padres,
¡Que hermoso paisaje,
Rodea nuestro hogar!
Puedo jugar al balón
Con mis primos, mientras que en el fogón;
Tú y mi padre, nos preparan tamales con sazón,
Para contemplar esta belleza terrenal,
Que Dios nos ha puesto frente a este portal.
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