TU
He dibujado tu rostro, al estar en mi cobija, justo al lado
de la ventana de mi habitación,
Cerrando mis ojos,
bordeo con cada detalle, tu tez
bronceada, y sin pensarlo dos veces,
Deletreo tu nombre, bajo el claroscuro, de la noche, anhelando tocarte bajo el firmamento,
No sin antes, lanzar
un ósculo al aire, hasta que llegue a trastocar tus cálidos labios.
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No he podido dormir, la noche es inquieta, y a mis oídos
susurra un te quiero,
Haciendo palpitar mis entrañas, no sé cómo, pero mi alma
está atrapada, por su voz,
Que a diario escucho hasta calar mis huesos… ¿Acaso ha
penetrado hasta en mis sueños?
¡Oh alma mía! , después de días oscuros, y un tiempo
desolado y, que pareciese, sin fin;
Sientes que has devuelto a la vida, has retornado a sentimientos profundos,
Capaces de sentir,
vivir y amar, intensamente, porque no quiero perderte;
Mas bien quédate
conmigo, a mi lado y para siempre:
simplemente Tú.
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