ESPIRITU SANTO, CONSOLADOR DEL HOMBRE
Espíritu Santo, ven a mí y consuélame,
me han colocado arena en los ojos, para que me pierda,
en la oscuridad de la noche, en los albores del amanecer.
Han querido hacer trizas mi corazón, y apartarme de tu rostro,
mi fe ha sido puesta a prueba, pero Tú, mi Dios, me has sostenido,
tu amor infinito me blinda cual coraza, y me forjas de una armadura
espiritual, que cien Goliat, no pueden derribarme, pues tu Espíritu Santo,
me protege por doquier, por ser la niña de tus ojos.
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